VASOS SANGUINEOS
La
exploración física de las estructuras arteriales y venosas del sistema vascular
es un componente fundamental de la valoración del paciente. Puede obtener mayor
información sobre el estado cardiovascular global de su paciente, específicamente,
en relación con la detección de la arteriopatía periférica de las extremidades
inferiores, que se asocia al aumento de riesgo de ictus y episodios
cardiovasculares
Circulación
sanguínea
Cuando sale
del corazón, la sangre fluye por dos sistemas circulatorios, el pulmonar y el
sistémico. La circulación pulmonar distribuye la sangre por los pulmones, donde
se oxigena antes de volver a la aurícula y al ventrículo izquierdos. La sangre
venosa llega a la aurícula derecha por las venas cavas superior e inferior, y
pasa por la válvula tricúspide hasta el ventrículo derecho. Durante la sístole
la sangre desoxigenada es expulsada a través de la válvula pulmonar hacia la
arteria pulmonar; después viaja por arterias, arteriolas y capilares pulmonares,
hasta que llega a los alvéolos, donde se produce el intercambio gaseoso. La
sangre oxigenada de la circulación pulmonar vuelve al corazón y entra en la
circulación sistémica a través de las venas pulmonares hasta la aurícula
izquierda y después atraviesa la válvula mitral en el ventrículo izquierdo.
Este se contrae, hace que un volumen de sangre entre en la aorta con cada
latido (volumen sistólico) a través de la válvula aórtica, que desde allí se
distribuye sistémicamente a través de las arterias y los capilares. En el lecho
capilar se aporta el oxígeno hacia los tejidos corporales. Ahora, la sangre
está desoxigenada y rica en dióxido de carbono y entra en el sistema venoso
para volver al corazón a través de las venas cava superior e inferior hacia la
aurícula derecha
Pulso y
presión arteriales
Los pulsos
arteriales palpables y a veces visibles se deben a la sístole ventricular, que
produce una onda de presión en todo el sistema arterial (pulso arterial). Se
tarda apenas 0,2 s en palpar el impacto de esta onda en la arteria dorsal del
pie, y un eritrocito tarda mucho más de 2 s en recorrer la misma distancia. La
presión arterial es la fuerza que ejerce
la sangre contra la pared de una arteria como consecuencia del bolo de sangre
que sale del ventrículo izquierdo del corazón cuando se contrae. El pulso
habitualmente se percibe como una onda vigorosa que es suave y más rápida en la
parte ascendente de la onda; pasa a tener forma de cúpula, menos inclinada y
más lenta en la parte descendente. Como las arterias carótidas son las más
accesibles de las arterias próximas al corazón, tienen el pulso más evidente
para la evaluación de la función cardíaca
Pulso y
presión venosos yugulares
Las venas
yugulares, que drenan directamente en la vena cava superior, reflejan la
actividad del lado derecho del corazón y ofrecen datos sobre su competencia. El
nivel al que se puede ver el pulso venoso yugular ofrece una indicación de la
presión auricular derecha. Las venas yugulares externas son más superficiales y
más visibles a ambos lados por encima de la clavícula, cerca de la inserción de
los músculos esternocleidomastoideos. Las venas yugulares internas, de mayor
tamaño, son profundas a estos, cerca de las arterias carótidas, y son menos
accesibles a la inspección La actividad del lado derecho del corazón se
transmite retrógradamente por las venas yugulares como un pulso* que tiene
cinco componentes identificables: tres picos y dos pendientes descendentes.
Onda a La onda a, el primer
componente y el más prominente, se debe a un breve flujo retrógrado de sangre
hacia las venas cavas durante la contracción auricular derecha.
Onda c La onda c es un impulso
transmitido por el vigoroso impulso retrógrado que produce el cierre de la
válvula tricúspide durante la sístole ventricular.
Onda v:
La onda v está producida por el aumento de Volumen y el consiguiente
incremento de la presión en la aurícula izquierda. Aparece después de la onda
c, al final de la sístole ventricular. Pendiente x La pendiente descendente x
está producida por el llenado auricular pasivo. Pendiente y La pendiente y, que
sigue a la onda v, refleja la válvula tricúspide abierta y el llenado
ventricular rápido.
Lactantes
y niños En el momento del parto, el corte del cordón umbilical, a través
del cual se ha obtenido el oxígeno durante la vida intrauterina, exige que el
lactante empiece a respirar. El inicio de la respiración expande los pulmones y
transporta aire hasta los alvéolos. La resistencia vascular pulmonar cae, lo
que permite que la sangre fluya más libremente hacia los pulmones. La
resistencia vascular sistémica aumenta. El conducto arterial se cierra,
habitualmente en las primeras 12-14 h de vida. Cuando la resistencia vascular
pulmonar es menor que la sistémica, la sangre fluye hacia las arterias
pulmonares y no a través del agujero oval interauricular, el cual está cerrado
funcionalmente por los cambios de presión entre los lados derecho e izquierdo
del corazón.
Mujeres
gestantes
Durante la
gestación, la resistencia vascular sistémica disminuye y se produce
vasodilatación periférica, que con frecuencia da lugar a eritema palmar y
telangiectasias aracniformes. La presión arterial sistólica se reduce
ligeramente. Hay una mayor disminución de la presión diastólica. Los menores
niveles se producen en el segundo trimestre y después aumentan, aunque siguen
estando por debajo de los niveles previos a la gestación. La posición de la
madre afecta a la presión arterial. Con frecuencia, se observa presión arterial
baja cuando la paciente está en decúbito supino en el tercer trimestre. Esta
presión arterial baja es secundaria a la compresión de la vena cava y a una
disminución del retorno venoso. La sangre de las extremidades inferiores tiende
a quedar acumulada al final de la gestación, excepto cuando la mujer está en
decúbito lateral, como consecuencia de la compresión de las venas pélvicas y de
la cava inferior por la presión que ejerce el útero aumentado de tamaño. La
compresión puede producir un incremento del edema en las partes inferiores, varicosidades
de las piernas y de la vulva, y hemorroides.
Adultos
mayores
La
calcificación y la acumulación de la placa en las paredes de las arterias
pueden provocar tanto la rigidez como la dilatación de la aorta, las ramas
aórticas y las arterias carótidas. Las paredes arteriales pierden la
elasticidad y el tono vasomotor y son menos distensibles. El aumento resultante
de la resistencia vascular periférica puede elevar la presión arterial,
especialmente la sistólica.
REVISIÓN
DE LOS ANTECEDENTES RELACIONADOS
Para cada
uno de los síntomas o trastornos que se describen en esta sección se señalan
las cuestiones que se deben incluir en los antecedentes de la enfermedad
actual. Las respuestas a las preguntas sobre tales cuestiones aportan indicios
para orientar la exploración física y el desarrollo de una valoración
diagnóstica adecuada. Las preguntas sobre el uso de fármacos (preparados de
venta con y sin prescripción), además de las terapias complementarias y
alternativas, son importantes para cada uno de estos aspectos.
Antecedentes
de la enfermedad actual
• Dolor o
calambres en las piernas
• Inicio y
duración: con la actividad o el reposo, lesión o inmovilización reciente
•
Características
• Quemazón
continua en los dedos de los pies, dolor en los muslos
o las
nalgas, dolor en localizaciones específicas, inducido por la actividad
• Cambios
cutáneos: piel fría, palidez, úlceras, enrojecimiento o calor sobre una vena,
venas visibles, piel oscurecida o isquémica
• Hinchazón
de la pierna
• Cojera:
dolor en la nalga o la pantorrilla al andar (claudicación)
• Despertar
nocturno por dolor en la pierna
• Hinchazón
de tobillos
• Inicio y
duración: presente por la mañana, aparece a medida que avanza el día, inicio
súbito e insidioso
•
Circunstancias relacionadas: viaje largo en avión reciente, viaje reciente a
altitudes elevadas
• Síntomas
asociados: inicio de nicturia, aumento de la frecuencia
miccional,
incremento de la dificultad respiratoria
•
Tratamientos intentados (incluidos reposo, masajes, calor, elevación de la
extremidad)
• Fármacos:
heparina, warfarina, diuréticos, antihipertensivos
Antecedentes
familiares
Familiares
con factores de riesgo, morbilidad o mortalidad relacionada
con el
sistema cardiovascular; hipertensión, dislipidemia, diabetes,
cardiopatía,
trombosis, vasculopatía periférica, aneurismas de la aorta
abdominal,
edad en el momento de la enfermedad o la muerte
Antecedentes
personales y sociales
• Empleo:
exigencia física, factores de riesgo ambientales como calor, productos
químicos, polvo; fuentes de estrés emocional
• Tabaco:
tipo (cigarrillos, puros, de pipa, de mascar, rapé), duración del consumo,
cantidad, intentos de abandono y métodos utilizados, edad de inicio y, tal vez,
de abandono; paquete-años (número de años de tabaquismo × número de paquetes al
día)
• Estado
nutricional
• Dieta
habitual: proporción de grasa, preferencias y alimentos, antecedentes de dietas
• Peso:
pérdida o aumento, cantidad y velocidad
• Ejercicio:
tipo, cantidad, frecuencia, intensidad
• Consumo de
alcohol: cantidad consumida, frecuencia, duración de la ingesta actual
• Consumo de
drogas: consumo de drogas por vía intravenosa, cocaína
Factores de
riesgo
Venas
varicosas
• Sexo;
cuatro veces más frecuente en las mujeres que en los hombres (durante la
gestación en particular, el aumento de las concentraciones hormonales debilita
las paredes de la vena y produce insuficiencia valvular)
• Predisposición
genética (hijos de mujeres con varicosidades)
• Consumo de
tabaco, sedentarismo (la inactividad habitual permite que la sangre se acumule
en las venas y provoque edema), aumento del índice de masa corporal
• Edad (las
venas de los adultos mayores son menos elásticas y es más probable que se hagan
varicosas)
• Antecedentes
de traumatismos en las extremidades inferiores o trombosis venosa
EXPLORACIÓN
Y HALLAZGOS
Equipo
• Marcador
• Dos reglas
con escala en centímetros de al menos 15 cm de longitud
• Estetoscopio
con campana y diafragma
Arterias
periféricas
Palpación
Los pulsos
se deben palpar sobre las arterias que están cerca de la superficie del cuerpo
y sobre los huesos. Entre las primeras, se encuentran las arterias carótidas,
braquiales, radiales, femorales, poplíteas, dorsales del pie y tibiales
posteriores. La pulsación arterial es fundamentalmente una onda de sangre
saltona que disminuye de intensidad al aumentar la distancia respecto
Auscultación
Ausculte
sobre una arteria para detectar un soplo (es decir, un sonido inesperado) si
sigue la irradiación de soplos detectados por primera vez durante la
exploración cardíaca o si busca datos de obstrucción local. Estos sonidos
suelen tener tono bajo y son relativamente difíciles de oír. Coloque la campana
del estetoscopio directamente sobre la arteria. Las zonas para auscultar soplos
son sobre las aortas, carótidas, subclavias y abdominales, y sobre las arterias
renales, ilíacas y femorales. Véase en el capítulo 17 la auscultación de los
soplos abdominales. Cuando ausculte los vasos carotídeos, pida al paciente que
aguante la respiración durante varios latidos cardíacos para que los
ruidosrespiratorios no interfieran en la auscultación. Entre los ruidos que se
oyen en el cuello se cuentan zumbidos venosos y soplos carotídeos
Valoración
para detectar arteriopatía periférica
Las
arterias de cualquier localización pueden sufrir estenosis, en cuyo caso
disminuirá el flujo sanguíneo. La consiguiente reducción de la circulación
hacia los tejidos producirá síntomas y signos que se relacionan con lo
siguiente:
• Localización
• Grado de
estenosis
• Capacidad
de compensación por conductos colaterales
• Rapidez con
la que se produce el problema El primer síntoma es el dolor, que se debe a
isquemia muscular, denominado claudicación. Este dolor se puede
caracterizar como una molestia sorda con fatiga muscular y calambres. Aparece,
habitualmente, durante el ejercicio mantenido, como caminar una determinada
distancia o subir varios tramos de escaleras. Suele aliviarse después de varios
minutos de reposo.
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